El club El Cruce fue el escenario de una noche única que quedará grabada en la memoria del deporte tucumano. En una velada solidaria llena de emoción en la que un futbolista profesional, Matías Orihuela, de Atlético Tucumán, se enfrentó en una exhibición de boxeo al púgil Ezequiel Casalicchio, boxeador profesional de amplia trayectoria. La iniciativa tuvo un objetivo noble: recaudar fondos y dar visibilidad al trabajo a pulmón que realizan los clubes locales como El Cruce y el espacio de entrenamiento Monobox. 

La noche comenzó con varias peleas teloneras que encendieron la pasión del público presente. Familias enteras, aficionados al deporte y curiosos se acercaron al club para disfrutar de una velada deportiva diferente. Pero el plato fuerte fue la pelea exhibición entre Orihuela y Casalicchio, que demostró que el deporte no conoce fronteras ni divisiones. 

Para Orihuela, acostumbrado a lucirse con la camiseta del “Decano” en el césped, subir al ring fue un desafío completamente nuevo. “Es algo que hicimos para ayudar al club, para que se difunda más, para que la gente también conozca estos espacios que trabajan muy bien. ‘Eze’ es un fenómeno, un terrible campeón, y todos me trataron de 10. El grupo humano acá es tremendo”, señaló Orihuela tras la pelea, dejando en claro que la experiencia fue mucho más que un simple evento deportivo. 

Con humor, el lateral del “Decano” no dejó pasar la oportunidad de bromear sobre el resultado: “Esto no se puede analizar porque no fue una pelea, pero le gané por puntos”, dijo entre risas, dejando entrever que, aunque se trataba de una exhibición amistosa, Orihuela supo -o al menos eso creer- conectar algunos golpes efectivos.

El futbolista también destacó el boxeo como un complemento clave para su preparación física: “Hace meses que practico boxeo y me siento muy bien. Es un entrenamiento excelente para complementar la parte física que exige el fútbol. Esto lo hicimos por los chicos que trabajan acá todo a pulmón, y ojalá que haya salido lindo”. Orihuela no descartó seguir vinculado al deporte de los guantes: “En 2025 voy a continuar practicándolo como entrenamiento y para seguir conociendo a esta gente hermosa, pero no pelearé. Invito a todos a venir a Monobox, porque hay buena gente y un ambiente increíble”, remarcó el lateral por derecha. 

Por su parte, Casalicchio, que claramente fue local en El Cruce,  destacó el carácter amistoso del evento y elogió al futbolista por su desempeño en el ring: “Fue algo lindo y divertido. Lo bueno de esto es que se juntan dos deportes diferentes. Él es profesional en el fútbol, yo en el boxeo, pero nos unimos para hacer una exhibición para la gente”, remarcó.

Casalicchio, consciente de las exigencias de la carrera de Orihuela, se adaptó al enfrentamiento con cuidado: “Fue un trabajo tranquilo, cuidándolo, porque él juega el lunes. Pero la verdad es que físicamente está excelente, es un profesional con todas las letras” y también resaltó los nervios del debutante en el cuadrilátero: “Es su primera vez arriba de un ring, y como todo, genera nervios. Pero lo hizo muy bien, estuvo a la altura”, dijo en relación a la actuación del lateral que recibió el apoyo en las gradas de Francisco Flores y Nicolás Romero, dos compañeros del “Decano”.

El boxeador aprovechó la ocasión para invitar al público a acercarse al boxeo, disipando los mitos que rodean al deporte: “El boxeo es para todos, no es necesario pelear. Acá en Monobox hacemos boxeo recreativo, sin contacto. Es una actividad ideal para mantenerse en forma, liberar estrés y ganar confianza. Incluso traigo a mi hija de ocho años para que practique. Muchas familias completas vienen a entrenar, y eso es algo hermoso de este deporte”, resaltó.

Además, Casalicchio habló sobre su presente y futuro en el boxeo tucumano, destacando el trabajo de figuras como Sebastián Villagra, quien organiza eventos que han impulsado a muchos pugilistas locales. “Gracias a Villagra, el boxeo en Tucumán está creciendo. Yo estoy preparándome para lo que viene: en marzo tengo una pelea por el título OMB Latino del Consejo Mundial de Boxeo, y posiblemente otra por el título argentino, que está vacante. Sería un sueño poder disputar ambos títulos la misma noche”, explicó con entusiasmo.

La velada en El Cruce no solo cumplió con el objetivo de recaudar fondos, sino que también logró unir dos disciplinas aparentemente opuestas bajo un mismo espíritu solidario. La química entre Orihuela y Casalicchio, dos profesionales destacados en sus respectivos deportes, fue el reflejo de que el deporte tiene el poder de acercar a las personas, trascendiendo fronteras y prejuicios. 

El evento dejó en evidencia el valor de los clubes barriales y espacios como El Cruce, que trabajan incansablemente para brindar oportunidades a niños, jóvenes y adultos en el deporte. Tanto Orihuela como Casalicchio coincidieron en destacar la importancia de apoyar estas iniciativas y animaron al público a involucrarse. 

“Lo que viví hoy fue inolvidable. Fue una manera de devolverle algo al club y a esta gente que hace tanto con tan poco. Estoy feliz de haber podido participar”, concluyó Orihuela. En una noche donde el boxeo y el fútbol se encontraron en el centro del ring, quedó claro que el verdadero triunfo fue el de la solidaridad. Los aplausos cerraron la jornada en la que también brillaron Samir Barrionuevo, Lucrecia Manzur, Carolina Díaz, Isaac López, Benjamín Robles, Nahir Ahmad, entre otros.